miércoles, 31 de diciembre de 2008

FIN DE 2008, FIN DE UN AÑO INTENSO


En estas fechas es donde uno hace balances, saca cuenta de las cosas buenas y las malas, de lo que le sirvió y le trajo satisfacción y también de aquellos errores que no queremos volver a cometer.
Fin de año se trasforma en el resumen de aquellos intensos 365 días que vivimos, donde nada quedó librado al azar, donde todo tenía un significado y porque no un aprendizaje.
Terminar un año, comenzar uno nuevo no es algo tan simple como el cambio de un calendario a otro. Implica dejar atrás sentimientos, recuerdos, sueños y frustraciones; guardarlos y emprender viaje a lo que nos espera.
2008 no se privó de nada. Tuvo todos los condimentos y matices necesarios para convertirse en un año, que sin duda no quedará en el olvido.
Como país bailamos al mejor estilo de la conga. Dimos un paso para adelante y dos para atrás y así nos mantuvimos en la incertidumbre, boyando, buscando la forma de terminar de la mejor manera posible.
La gente habló, levantó una vez más la bandera de la igualdad, la justicia y la divinidad. Demostró frente los conflictos unidad y fortaleza, pero también división y diferencia.
El campo, las retenciones, el gobierno y los chacareros se transformaron en los verdaderos protagonistas de este año. Mostraron grandes actuaciones, donde combinaron el drama y la comedia llegando, en algunos casos, a rozar lo bizarro.
La presidenta demostró su veta como oradora, con una serie de discursos donde hizo uso de una forma picante de presentarlos frente al país. Cada uno de ellos generaba un efecto colateral, algo así como antes y un después, encendiendo y agrandado la brecha entre el gobierno y el campo.
Logró llegar al punto de instalar en la mente de todos lo imposible que era un dialogo entre la mesa de enlace y los representantes del pueblo argentino.
El conflicto hizo que se hablara de traición, llegó lejos, tanta lejos como al senado donde Julio Cleto Cobos, Vicepresidente de la Nación, tuvo en sus manos la respuesta que mantuvo en vilo al país.
Más allá de que el conflicto por las retenciones se llevó todas las miradas, no fue lo único que pasó en Argentina este año. La inseguridad, la corrupción y la
violencia estuvieron a la orden del día.
Los secuestros, las violaciones y el caso de la ruta de la efedrina fueron actores de reparto de una película que esta por terminar. Una película que comenzó allá por el 1º de enero y hoy esta mostrando sus ultimas escenas de un rodaje intenso, con grandes revelaciones y un público que no se quedó del todo conforme esperando que la segunda parte del film tenga un final feliz.

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