El senado decide el destino de las Elecciones Legislativas

¿Por qué adelantan las elecciones? ¿Por qué separan las elecciones nacionales de las provinciales? ¿Qué le pasa a la burocracia política que gobierna? ¿Tiene miedo de perder? ¿Dónde está la calidad institucional de la que hablan y quieren para el país? Aclamó e interrogó en forma visceral el ex presidente Néstor Kirchner durante su discurso en Catamarca, en total referencia a la decisión que tomó el Jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, de separar las elecciones de la cuidad de las nacionales.
Quizá fue la falta de diálogo del matrimonio presidencial o el poco tiempo que tienen para ponerse de acuerdo lo que generó esta perlita. Es que sólo dos días después de los dichos de Néstor Kirchner en Catamarca, su esposa, la presidenta Cristina Fernández anunciaba el envío de un proyecto al Congreso para adelantar las elecciones nacionales, programadas para el último domingo de octubre, al 28 de junio.
La decisión de la presidenta se gestó en el seno de una Argentina compleja y abrumada por los problemas. La crisis
mundial no se tomó el atrevimiento de dejar fuera al país de los efectos negativos que su declive económico genera, el conflicto con el campo, por otra parte, se mantiene pendiente de un hilo que, lejos de afianzarse con el correr del tiempo, se encuentra débil y tirante. La inseguridad y sus costados más oscuros volvieron al ruedo y el debate generado por la reforma del proyecto de radiofusión se encuentra bajo un clima caldeado.
Frente a esta situación y pese al disgusto de la oposición al gobierno nacional, encabezado por el PRO, la Coalición Cívica (CC) y Unión Cívica Radical (UCR), el proyecto, que ingresó al Congreso el 16 de marzo, fue aprobado en la Cámara de Diputados con una mayoría bastante acotada- 136 votos contra 109 negativos y 8 abstenciones- dejando en manos del Senado para el próximo jueves la aprobación definitiva del adelantamiento, por única vez, de las elecciones legislativas.
La disputa Oposición vs. Oficialismo genera flancos vulnerables, estrategias políticas y alianzas nunca antes imaginadas. Así se puede ver a una Elisa Carrió dejando de lados diferencias con el líder del PRO, Mauricio Macri, a
el Vicepresidente Julio Cobos en conversaciones con Felipe Solá y Francisco de Narváez en permanente contacto con la referente bonaerense de la Coalición, Margarita Stolbizer.
Todo este sin fin de situaciones que derivan en un, ya clásico, de dimes y diretes genera una gran tensión social.
Cuando parecía que el diálogo entre los miembros de la Mesa de Enlace y el gobierno nacional podía llegar a buen puerto, Cristina Fernández, anunció que las provincias recibirán el 30 por ciento de lo recaudado por el gravamen a las exportaciones de la soja, mientras que el 70 por ciento restante seguirá siendo para el gobierno.
Este anuncio, que fue realizado un día después de que la Mesa de Enlace mandara un proyecto para que las retenciones sean tratadas en el senado y su posterior rechazo por falta de quórum, provocó la ira del sector rural, quienes declararon, por décima vez durante la gestión kirchnerista, paro por siete días en los cuales no venderán granos y hacienda pero si leche, frutas y verduras.
“Se reitera una vez más que lo que más le preocupa al Gobierno es la recaudación y que el destino de millones de argentinos se subordina a esa prioridad” expresó ácido, el Titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi a Clarín.
Temas de gran índole y peso social, como la inseguridad y las marchas realizadas en busca de una solución de inmediato, los paros docentes que dejaron por varios días sin clases a miles de alumnos de diferentes provincias, forman parte de este trasfondo electoral complejo que todavía no llegó a su fin y del que nadie sabe lo que pasará el tan temido día después de las elecciones.