miércoles, 2 de diciembre de 2009

Entrevista a una luchadora, Margarita Barrientos


“Me gustaría que la gente no tenga que venir al comedor y yo ser distinguida por otro motivo”


Lleva la estampa de la solidaridad, el gen de la lucha y el ADN de la bondad. Creció en el seno de una familia humilde, con muchas carecencias materiales pero lejos de tirar la toalla, la necesidad y el dolor fueron el impulso para crear el comedor Los Piletones donde brinda ayuda a diario.


Todo aquel que haya realizado solo hasta tercer grado en el colegio lleva esa situación como un peso, una carga insoportable a lo largo de la vida. Ella, al contrario pudo sobreponerse y logró armar desde la carencia y la pobreza un gran proyecto que le otorgó un puñado de esperanzas ,la posibilidad de encontrar la felicidad y el reconocimiento de una sociedad que aplaude su trabajo de pie.

En el comedor, Margarita Barrientos (48), es la madre de todos, de sus diez hijos biológicos y de los más de 900 del alma, que acuden día a día al gran galpón de la calle Plumerillo en pleno corazón de Villa Soldati, Capital Federal.

Margarita es el pilar de su propia historia. Los cimientos de sus raíces están firmes gracias a la paciencia y la perseverancia que la caracterizan pero también por el apoyo incondicional de su marido Isidro, que lejos de relegar sus anhelos por ser discapacitado, regó con el mismo amor las primeras semillas que dieron como resultado Los piletones. “Todos los que formamos parte de esto somos una unidad que empuja para el mismo lado para combatir el hambre y la marginación”, sostiene con orgullo Barrientos.

-Todo lo que le pasó a lo largo de su vida, su historia, que derivó en una lucha constante… ¿Tiene su correlato en la creación del Comedor Los Piletones?

-En mi vida me han pasado muchas cosas. Yo creo que el comedor es parte del aprendizaje de todo lo que he vivido. Yo vengo de una familia humilde. Mi madre, padecía de mal de chagas y leucemia, falleció muy joven. Fue una gran perdida.

Cuando era chica siempre le decía a mi padre: ‘papá cuando sea grande voy a ser rica y presidenta’ y el siempre me respondía ‘ay hija chancho flaco suena con maíz, la riqueza no es tener abundancia de cosas materiales, el dinero no hace a la felicidad’ esa charla con él trazó, de alguna forma mi destino.

El arduo trabajo realizado desde la creación del comedor y la Fundación allá por 1996 la llevaron a ser distinguida en 1999 como la Mujer del año. Recientemente, Margarita, fue premiada con una de las 26 medallas que otorgó el Gobierno de la ciudad, con motivo del Bicentenario de la Revolución de Mayo, a los vecinos más destacados. “Es importante ser reconocida, te fortalece, te da fuerzas para seguir trabajando. Pero me gustaría que la gente no tenga que venir al comedor y yo ser distinguida por otro motivo”, sostiene pensativa.

-¿Qué es lo que le permitió a Los Piletones ser reconocido por fuera de los límites de Villa Soldati? ¿Qué lo hace especial?

- Lo que lo hace especial y reconocido es que siempre cumplimos con todo lo que prometimos. Todo lo que dijimos que íbamos hacer lo concretamos. Las donaciones que llegan son puestas, en su totalidad, en el comedor. Acá todo es transparente, no hay nada que ocultar.

La figura de Margarita se trasformó, en los últimos años en un gran referente de la mujer como embajadora de la acción social y solidaria. Su transparencia y humildad se fueron perpetuando dentro de un clan femenino, que cuenta con nuevo viro a la hora de la beneficencia. “Hay muchas mujeres luchadoras. Es muy loable el trabajo que ellas hacen muchas veces sin tener a su alcance grandes posibilidades. Creo que hoy en día el rol de la mujer frente a la solidaridad en plena crisis es clave”, reconoce Barrientos, quien se autoproclama como una fiel defensora de su género.

El gobierno y el efecto dominó de los planes sociales.

La voz no le tiembla a la hora de hablar del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Su serenidad tampoco desaparece, pero su rostro muestra signos de descontento e indignación. Margarita, quizá metafóricamente, pide un vaso de agua “para pasar el trago amargo que me provoca hablar de los políticos”, sostiene en forma irónica.

-¿ Cuál es su relación con el gobierno? ¿ Cuál cree que es el papel que juegan los planes sociales?

- Estoy en desacuerdo con el Gobierno Nacional. Por muchos motivos. Dar subsidios por hijo, en vez de abrir empresas y darle trabajo a la gente no es lo correcto. Les están enseñando al pueblo a vivir de arriba. Con respecto a los planes sociales creo que solo alimentan vagos y gente cómoda que se rehúsa a trabajar pero tiene una gran facilidad para reclamar.

“’¿Qué es lo que más me indigna?’ La droga y la política. ¿Qué combinación no? Me pone de muy mal humor escuchar a los políticos mintiendo constantemente, me da bronca y vergüenza. Yo tengo hasta tercer grado hecho y me creo mucho más inteligente, ellos nos roban y nos estafan día a día y yo, que no estoy formada académicamente, no robo y hago mucho por la gente que más lo necesita. ¡Que paradójico todo!”, remarca Margarita en forma visceral y con la voz, ahora si, quebrada por completo.

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