jueves, 27 de agosto de 2009

DIFERENCIA DE GÉNERO




Si asumo que muchas veces las mujeres no sabemos lo que queremos. Asumo que pensamos una cosa y hacemos otra. Si asumo que, la mayoría de las veces, cuando decimos que no escondemos un si.
Asumo que podemos ser vuelteras e inestables y que nos armamos historias con finales felices idealizando el prototipo de la novela clásica. Asumo que miramos el celular y esperamos un mensaje. Si asumo que nos hacemos las superadas y por dentro nos morimos de ganas de ver a esa persona. Asumo que está en nuestros genes la histeria como común denominador.
Pero el hombre, el género masculino, tiene tantas falencias con el sistema judicial argentino.
No es de resentida, ni de feminista, porque no levanto ninguna de las dos banderas. Es aprovechar ya que estamos en tren de confesiones, las cosas como son y demostrar que si hombres y mujeres vivimos permanentemente a destiempo es por la suma de las malas actitudes de las dos partes.
En todos los ámbitos, en diversas circunstancias se dan situaciones que todas algunas vez tuvimos que soportar.
Aquí y en detalle alguna de ellas.
Los boliches se transforman en el lugar donde pueden pasar las cosas más raras y extrañas, las situaciones más bizarras y fuera de lo normal.
Hay cosas que indespectiblemente nos molestan a todas, por eso hombres por una vez escuchen a las mujeres y si sus intenciones están apuntadas a conseguir algo con esa chica, NO HAGAN NUNCA MÁS LAS SITUACIONES POSTERIORMENTE DETALLADAS, QUE LAMENTABLEMENTE, SE HAN TRASNFORMADO EN LUGAR COMÚN PARA EL CLAN MASCULINO.

Situación I: Contexto y desencadenante
Grupo de amigas bailando en un boliche, bar o cualquier otro lugar. Si en la actualidad bailar de a dos y encima pegados, es casi algo extraño. Estamos acostumbradas a divertirnos entre nosotras y el círculo que se forma no es aconsejable romperlo. Pero...Acá entran en juego los que yo he decido denominar como los TÌPICOS PLOMOS.
Los TP son aquellos "hombres" que irrumpen en la ronda de amigas con total naturalidad, intentando caer simpático y lograr el quórum de la platea femenina. Entran al círculo de una forma bruta, empujándonos y por si era poco, pisándonos. * No hay nada que le moleste más a una mujer que la pisen o la empujen
El TP termina siendo expulsado con la suma de todas las fuerzas fuera de la ronda y quedando no solo como, EL TP, sino también como un verdadero BOLUDO.

Situación II: Contexto y desencadenante.
Estás bailando y aparece un chico X, te agarra del brazo te habla cerca (aprovechando que en los boliches no se escucha nada) te pregunta como te llamas?... hasta ahí todo bien! una responde a los interrogantes con una sonrisa e intenta no ser mal educada. La cosa es así, en ese sentido somos muy claras: cuando es no es no! si el chico no nos gusta y encima estamos entre amigas no nos vamos a quedar a escuchar la historia de un flaco que no nos interesa. Ahí es donde la situación quiebra, le decimos con nuestra mejor cara " todo bien, no quiero bailar" y empieza un dialogo que seguramente mucha de ustedes lo conocerán de memoria.

Mujer: Todo bien, no te enojes! pero no tengo ganas de bailar
Chico x: Pero porque no?, si antes de que llegue yo estabas bailando?
(Siii no me recuerdes que la estaba pasando brutal y que ahora estoy buscando la forma de no hablar más con vos. No te das cuenta que no tengo ganas de bailar con vos no con mis amigas?)
Mujer: Sii pero por eso te digo, estoy con mis amigas quiero bailar con ellas.
Chico x (ya un tanto denso): Pero daleeeeee no seas mala onda, un tema nada más, tus amigas no se van a enojar (no ya se boludo que mis amigas no se van a enojar, todo lo contrario se están cagando de risa porque se me nota la cara de NO ME GUSTAS)
Mujer: No obvio que no se enojan, pero posta sorry pero quiero irme con ellas. Todo bien pero quiero estar con mis amigas.
Chico x: Daleee mira el tema que están pasandooo ( y tras que la situación ya es extremadamente bizarra se ponen a bailar, o por lo menos eso intentan)
y una por dentro piensa ("No me digaas que están pasando un temón porque se va toda la sutileza a la mierda y te dejo hablando solo)
Mujer: Si esta bueno el tema, por eso me voy a bailar con las chicass,
Chico X: Uy anda pero quien te crees que sos? nenaaa histérica )/&%&%&%& (Se va todo a la mierda)

Hay algo que está claro, si el chico no nos gusta desde el minuto uno intentamos irnos y los hombres se dan cuenta de eso e igual insisten una y otra vez. Si vos sabes que la mujer te dice algo como lo anteriormente escrito, lo mejor es dar media vuelta e irse. Seguramente en el boliche hay miles de chicas lindas con ganas de escuchar tu historia y de bailar los temas brutales del momento con vos. Pero si optas por quedarte no te quejes ante el eminente rebote.

Situación III: Contexto y desencadenante: Celulares, mails y facebook
Te viene hablar un chico, copado, lindo, divertido que te cae bien y no tenès problema de hablar.
Luego de un rato dialogando, bailando e intercambiando frases sin sentido, porque en ese momento, somos las más boludas de todas las boludas y decimos todas aquellas cosas que deberíamos no decir, llega el momento CLAVE. El momento del pase de número y todo tipo de contactos para seguir y "QUE NO SE CORTE".
A donde voy es a lo siguiente. El hombre sabe que intenciones tiene con la mujer, no pedir el celular de compromiso, por que es una gran idiotez. Ninguna mujer, o casi ninguna salvo las lanzadas por naturaleza, les van a decir ay te puedo pasar mi celular? por más que morimos porque nos pidan el celular, a veces, otras nos hacen un favor, el común de las mujeres se queda en el molde y si te lo pide mejor y sino bueno es uno más con el que hablaste y muere ahí. Entonces no se excusen que si piden el celular es "para no quedar mal". Porque si nadie pidió nada ustedes no quedan mal. Entiendannn!

Ahora si le caímos bien y tienen interés en seguir hablando y nos piden nuestro número de teléfono. Que tenga algún sentido, porque sino se transforman en los boludos anteriormente detallados.


En fin hay miles de situaciones por describir, podría estar horas y horas hoy opté por contar estas tres.

Asumo mi histeria pero el género masculino debe asumir que no sabe lo que quiere, pero mientras tanto prueban con nosotras como si fuéramos material descartable.
Les asustan las mujeres independientes, esas que tienen iniciativa, las tildan de cualquier cosa menos de mujer digna.
Cuando les decís lo que quieren escuchar, retroceden diez mil casilleros y te dejan hablando sola con la mejor cara de boluda.
Entonces basta de reclamos y situaciones patéticas.
Quizás en el algún momento, a mitad de camino ¿quien sabe?, nos cruzamos y nos ponemos de acuerdo.
Por lo pronto seguiremos a destiempo intentando encontrar eso que sea diferente y resalte del resto.


Clarisa D'Angelo

lunes, 3 de agosto de 2009

ASUMIR




Aprender a darnos cuenta de las cosas nos cuesta, nos tara, nos debilita. Pero así debe ser: cuando algo no va más, cuando algo nunca va a empezar, cuando algo no es como queríamos debemos asumir, si una vez más, que no siempre todo es como lo soñamos y mucho menos tan lindo como lo planificamos.
Asumir es crecer, es aceptar las cosas como vienen y no recriminar. Nos toca lo que nos toca y no se aceptan devoluciones. Sea bueno o malo lo que nos pase hay algo que es seguro: manejar la situación y lograr que los efectos de eso que llegó no nos desborde es algo que queda a sólo a cargo nuestro, no podemos delegar esa tarea a otras personas, porque ellas no lo harán por nosotros.
Es mejor caer en la realidad. Ver que lo que queremos que sea, por distintas circunstancias de la vida, del destino, de la suerte o de lo que sea, no va a suceder. Eso nos puede deprimir, tirar para atrás, pero también puede ser el punta pie inicial para aquel envión que hace tanto queremos tomar y no nos animamos o simplemente no teníamos las fuerzas necesarias para hacerlo.
Cuando se cierra algo, cuando termina otra cosa, siempre hay algo que comienza, que se renueva. Por que así es la vida, un ciclo. Y como tal cuando muere una historia nace otra y así infinitamente.
Demostrar capacidad para barajar las cartas una y otra vez y lograr comenzar un nuevo juego con las mimas ganas que los anteriores, es aprender a madurar, a aceptar todo lo que nos toca, lo que nos rodea y nos forma.
Es moldearnos al contexto el que vivimos. Tallarnos en forma especial ante los hechos y lograr saltar al otro lado del río cuando el puente se rompe.
Es tener la fortaleza de abrir los ojos cuando sabemos que lo que vamos a ver se puede transformar en el principal generador de nuestras lágrimas y en el motor de nuestras frustraciones. Pero así y todo seguir nos transforma en personas especiales esas que marcan la diferencia con el común de la gente.
Se dice que en lo bueno siempre hay algo malo y que en lo malo siempre hay algo bueno. Y creo que vivir se trata un poco de esto, entre otras cosas. Lograr tener la capacidad de encontrar en las cosas feas y tristes algo bueno y no sumergirnos en una depresión eterna es mucho más valedero. Como así también filtrar en las cosas buenas que no todo es color de rosa para poder mantenernos con los pies sobre la tierra.
Asumir, aceptar, entender y crecer. Eso importa. No debemos mentirnos, ni crearnos falsas historias, cuando algo no es de nada sirve depositar falsas esperanzas en algo que no va a funcionar. Es mejor canalizar nuestras energías en lo que vendrá. Mientras esperamos que algún día, el destino la dicha estén de nuestro lado y se concreten nuestros anhelos, esos que nos desvelan noche tras noche, día tras día, esos que se apoderan de nuestra mente y que nos van generando ansiedad, esa que debemos aprender a controlarla.
Porque si la ansiedad nos gana, nos convertimos en enfermos de necesidad. En necesidad de amor, de logros, de amistad, necesidad en fin.

Asumir es también crecer y crecer nos mantiene vivos y nos obliga a romper las reglas para ver que no todo es como creemos. Para bien o para mal.



Clarisa D'Angelo